Este espacio surge de la reforma de una antigua casa propiedad de “los
picones”, una familia de porreteros se ganó la vida fabricando carbón de carbonera.
Este alojamiento surge de la reforma de una casa tradicional propiedad de “Los Picones”, una familia de porreteros que se ganó la vida fabricando carbón de carbonera. En una localidad rodeada de dehesas de encina y alcornoque, el carboneo era un respetado oficio muy típico y tradicional de Salorino. En honor a ellos el alojamiento lleva su nombre.
Tras la reforma, el alojamiento se ha distribuido en dos apartamentos completamente equipados y con acceso independiente. Cuentan con un amplio patio de uso común y un salón anexo para eventos.